EQUIPO Y CONSEJOS: TREKKING INVERNAL Y ALPINISMO
¿Quieres saber qué pantalones de trekking tienes que llevar en invierno o qué tipo de abrigo? Tras el anterior post en el que trataba sobre la vestimenta adecuada para senderismo y trekking estival, en este vamos a hablar de lo necesario para una ruta de trekking invernal. Señalar que me ceñiré únicamente a la ropa, dejando a un lado los accesorios o el equipo necesario; lo que comentaré en otro post.
Lo primero de todo que quiero explicar es la base de cualquier montañero la hora de vestirse: las tres capas. Es decir, una camiseta técnica como primera capa, un forro o similar que aporte calor como segunda capa y un impermeable o un buen abrigo de plumas en función del tiempo. Lo explicaré todo paso por paso. Para seguir la línea de la anterior entrada, comenzaré por los pies y terminaré por la cabeza.
Los pies son la zona de nuestro cuerpo que más impactos recibe cuando caminamos, por lo que, como ya comenté, es fundamental llevar un calzado adecuado y cómodo. El invierno trae consigo frío, lluvia y nieve, lo que va a condicionar directamente nuestra elección.
Durante esta estación la mejor opción es elegir una bota de caña media o alta y descartar las zapatillas. En función de las condiciones y la tecnicidad de la ruta que queramos hacer tenemos varias opciones. Si queremos hacer un trekking de menos de una jornada en media montaña sin nieve, una buena bota de trekking con membrana impermeable nos va a funcionar perfectamente.
Yo vivo en Madrid y en nuestra sierra cada vez cae menos nieve, por lo que, para esos días en los que el manto banco brilla por su ausencia, utilizo las botas de senderismo. Las Técnica Starcross GTX; como ya comenté en mi anterior entrada, son cómodas, llevan membrana impermeable GoreTex, suela Vibram, una buena amortiguación y un ajuste al pie perfecto.
Si la actividad se va a realizar en alta montaña y con nieve, lo aconsejable es una bota rígida o semirígida. Este tipo de botas están a años luz en cuanto a características técnicas que una bota de senderismo. La caña en ambas es alta con el objetivo de proteger lo máximo posible de golpes y piedras. Las rígidas, como su propio nombre indica no son flexibles, llevan un cambrillón rígido y están más indicadas para actividades técnicas de alpinismo, pero su rigidez hace que resulten más incómodas a la hora de caminar.
Ambas llevan pieles más gruesas que una bota de senderismo, membranas impermeables más técnicas, zonas de mayor exposición protegidas con refuerzos perimetrales de goma, y suelas de mayor taqueado, mayor adherencia y la posibilidad de acoplar crampones semiautomáticos en las botas semirígidas, automáticos en las rígidas o de correas en ambas.
En mi caso, me compré hace unos años las Salewa Un Vultur GTX y creo que ha sido de las mejores inversiones que he hecho en calzado. Se trata de una bota técnica para alpinismo robustas, resistentes, de caña alta, con tejido exterior Perwanger hidrofugado y membrana Gore-Tex® Performance Comfort.
Incorporan refuerzo perimetral de goma y suela Vibram® WTC que se caracteriza por sus excelentes prestaciones en cuanto a tracción y durabilidad. Montan una plantilla multicapa MFF+ que permite la personalización del ajuste con dos capas intercambiables y entresuela ergonómica Bilight para una amortiguación extra. Lo que más tengo que destacar de estas botas es su gran comodidad. Con diferencia las botas más cómodas de todas las que he tenido. Se adaptan como un guante al pie y caminar con ellas, gracias también a su sistema de flexión del tobillo hace que parezca que caminemos con unas botas de senderismo.
Con respecto a los calcetines, es recomendable invertir algo más para conseguir buenas cualidades tanto de transpirabilidad como de aporte de calor. En mi caso, suelo tener siempre los pies muy fríos, por eso mi opción son los Lorpen T3 Heavy Trekker.
Son muy cómodos, antiampollas, llevan refuerzos en las zonas de más roce, y tejido combinado de Primaloft® y lana Merino, lo que aporta calidez incluso en condiciones de frío y humedad.
Para protegernos las piernas en invierno lógicamente nos decantaremos por un pantalón largo. Será importante que sea extensible para facilitar los movimientos, que ajuste bien a la cintura para no molestarnos y si tiene algún tipo de tratamiento DWR (repelente al agua), mucho mejor para evitar que se empape en caso de ligera lluvia. Hay pantalones muy versátiles que pueden utilizarse tanto para un trekking invernal como para alguna actividad de alpinismo. Recomiendo los Trangoworld Tourmont, por su robustez, comodidad y calidad de materiales. Me ha acompañado en muchas aventuras con distintos tipos de terrenos y rocas y me atrevería a decir que son indestructibles, en parte gracias a su tejido de Cordura.
Su tratamiento DryControl permite rápidamente la evaporación de la humedad. Además cuentan con tratamiento de protección UV. Como recomendación personal, cuando bajan mucho las temperaturas suelo llevar debajo del pantalón una mallas de running. Da un aporte extra de calor y al estar enfocadas a ejercicio aeróbico, evacuan muy bien el sudor.
A la hora de cubrir el torso, entran en juego las tres capas. En mi caso, a veces cuatro. La primera capa tiene que aportar algo de calidez una buena capacidad de evacuación del sudor y una gran comodidad para evitar roces y rojeces. Hay una gran variedad de camisetas interiores técnicas enfocadas a la montaña, pero suelen ser muy caras. Mi opción en este caso es una interior térmica enfocada a algún deporte aeróbico, yo utilizo las de fútbol que llevan algo de lycra, son muy cómodas, no tienen costuras y se expanden para adaptarse a todos los movimientos del cuerpo. Encima de esta capa cualquier camiseta técnica con alto grado de transpiración nos servirá a la perfección. La camiseta de The North Face Ambition cuenta con tecnología FlashDry™, que ayuda a regular la tmeperatura corporal y evacua rápidamente el exceso de sudor.
Como segunda capa hay que optar por un buen forro, ya que este será el que nos dé el aporte de calor necesario. Será también imprescindible que transpire muy bien ya que será la capa que más se empape de sudor. La flexibilidad de esta capa también será crucial para que se adapte bien a cualquier tipo de movimiento. A mí me han dado muy buen resultado los forros polares de la marca Soloclimb, en concreto el modelo Jasper. Es ligero, elástico gracias a su tejido Textretch Quad Hot, lo que también lo convierte en adecuado para escalada. Gracias también a su fibra de poliéster de alta capilaridad esta prenda seca muy rápido.
Como tercera y última capa, tenemos varias opciones en función de la actividad que vayamos a realizar. Yo en invierno siempre llevo una capa más de abrigo, aunque sea peso de más en la mochila, en media y alta montaña invernal prefiero pecar de sobra que no de falta. Una buena chaqueta impermeable y cortavientos será siempre necesaria en esta época del año. Conviene que tenga una buena membrana para que, en caso de que nos pille una lluvia fuerte, no terminemos empapados. Mi opción en este caso es la Millet Trident 2.5L,
cuenta con membrana laminada Dryedge 2.5L, impermeable y de gran transpirabilidad. Está fabricada en un tejido altamente resistente y a la vez flexible para maximizar la libertad de movimientos, por lo que se trata de una chaqueta muy versátil que pude utiizarse incluso en escalada.
La Trident 2.5L viene con características prácticas como las aberturas de ventilación, capucha compatible con casco y tres bolsillos que se mantienen accesibles y estancos incluso con la mochila o el arnés.
Otra chaqueta que siempre suelo llevar en la mochila es la The North Face Thermoball, se trata de una prenda muy ligera, cálida, pero sobre todo altamente compresible para que ocupe lo menos posible.
Cuenta con el aislamiento de fibra sintética Thermoball™, en el que sus fibras se agrupan para imitar la propiedad de retención del calor característica de la pluma, con la ventaja de que mantiene sus altas prestaciones térmicas incluso en situaciones de humedad.
En ocasiones de mucho frío o cuando voy a realizar alguna actividad en la que tenga que estar parado asegurando a otra persona, siempre opto por la pluma.
En cuanto a aporte de calor es lo que mejor funciona, tiene la desventaja de que, a diferencia de la fibra sintética, si se moja pierde todas sus cualidades y tarda mucho, mucho, en secarse. Pero esto puede solucionarse con la chaqueta impermeable puesta encima. Mi abrigo de plumas es el Ternua Kangri Down.
Su interior está relleno de pluma reciclada Neokdun de 800 CUIN y el exterior está fabricado con Pertex® Quantum Eco con tratamiento libre de PFCs. Cabe en una pequeña bolsa y lleva capucha compatible con casco.
La única pega que le pongo es con respecto al tejido exterior, es ligero pero no muy resistente, por lo que tienes que tener cuidado con los enganchones si no lo quieres llevar forrado de esparadrapo de escalada.
Para cubrir la parte más importante, ya que es por donde más calor se pierde: la cabeza. Un buen gorro como el Trangoworld Laki será imprescindible siempre en nuestra mochila. Tiene forma ergonómica y orejeras que se adaptan perfectamente a la cabeza.
Cuenta con tejido Polartec Power Stretch Pro, caliente, elástico y muy transpirable, que tiene una capa exterior en nailonmuy resistente al viento y a la abrasión y una suave capa interior en poliéster. En la parte de las orejas lleva tejido Gore Windstopper, que combina una resistencia total al viento con la máxima transpirabilidad.
Por último, unos buenos guantes serán también imprescindibles para que las manos vayan calientes y secas. Los Black Diamond Soloist cuentan con membrana impermeable BDRY, relleno sintético de Primaloft y Kevlar a modo de refuerzo. Son cómodos y perfectos para una gran variedad de actividades alpinas.
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