Al criarme en una familia de moteros, mi relación con el mundo de las dos ruedas comienza desde bien pequeño. En los años ochenta no existía todo el catálogo de motos para niños que hay hoy en día en el mercado. En mi caso, la primera moto de gasolina fue una Montesa Cota 25 que todavía tengo. La realidad de esas motos es que las vendían para niños, pero no terminaban de adaptarse en todos los sentidos. En el caso de la Cota 25, es cierto que era bajita y se llegaba bien al suelo, pero su peso la hacía poco manejable para un niño. Recuerdo que, cuando se me…